Demostración
práctica de que en USA no todo es perfecto.
Como ya
saben, mi bella casa no contaba con cable o internet así que no quedó otra que
contactar a un ISP local para amablemente solicitar el servicio. Un llamado
tempranero me puso en contacto con el ejecutivo de mi complejo, su mensaje
decía que estaba de vacaciones así que ya empezamos mal. Cris nos pedía a los
clientes que llamáramos a Paul, su
colega. Así sucedió, Pal me atendió con amabilidad, actitud que se disipó
mientras trataba de explicarle que no podía quedarme medio día en mi casa a la
espera del instalador, y a duras penas coordiné con él una visita. Adivinen que
pasó? Vino fuera del horario acordado y me dejó una tarjeta personal en la
puerta a modo de aviso.
Afortunadamente,
el bueno Anthony se apiadó de mí y llamó a Paul para pedirle que por favor me
atendiera antes que incendiara todo (sólo por si acaso, es una metáfora), y así
es como ahora, luego de una batalla telefónica estoy sentada esperando por el
instalador y escribiendo algunos texto offline. Sin internet y sin cable, pero
recordándome que este es solo mi primer día en Oregon.
Moraleja:
los proveedores de servicios son iguales en todos los países, nunca tenga la
esperanza de que pueda ser mejor. Aunque debo decir que Paul finalmente llegó y
con su iPad dio de alta el servicio.
Sos Kramer (vecino de Seinfield) en un capítulo en el que pelea con el tipo del cable, justamente porque siempre llegan en el momento que quieren y nunca cuando lo indican.
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