Esta fue la pregunta que dominó el after office del viernes 27 de julio en McMenamis. Lugar elegido por 3 parejas para festejar su casamiento.
Al cierre de la semana nada mejor que un buen After Office con cerveza artesanal en la "Capital Americana de la cerveza", Portland. El lugar elegido, McMenamis, una cadena de bares emplazados en casas antiguas con parque que te permiten sentirte en un día de campo, rodeado de árboles, mesas de madera, y mucha gente bebiendo y riendo como si no existieran las preocupaciones.
En nuestra mesa, fue muy gracioso tener a "las bodas" como tema de conversación, ya que en una reunión de 6 mujeres teníamos 3 divorciadas, 1 de novio, 1 soltera y una LAT (esa soy yo, pongo el link para instruirlos en el tem, je) y en todos los casos todas dijeron no creer en el casamiento, en las bodas de blanco y/o arrepentirse de haber gastado dinero en una suntuosa fiesta.
Como dicen, para muestra basta un botón y tal vez este grupo estaba un poco sesgado, pero no me digan que los tiempos no han cambiado y que quedan pocas mujeres que prefieran la fiesta de princesa frente a un buen viaje al Caribe. Bueno, si hay dinero para hacer las dos cosas..nadie se va a negar tampoco.
Pero volviendo a la tarde en McMenamis les cuento que fue muy interesante. Todo este tema de las damas de honor que vemos en las películas es real en las bodas americanas, todas vestidas del mismo color y/o incluso con el mismo vestido, siguiendo a la novia o al novio por todo el lugar, y preparando actividades especiales y recreativas para la boda. Desde luego, según me contaron mis compañeras de cerveza, siempre son los mejores amigos de los novios y, en algunos casos, ciertos conocidos que andan en la búsqueda de su media naranja.
Se preguntarán porqué una boda en viernes? Bueno, la respuesta es sencilla. Los alquileres son más baratos y los más jóvenes prefieren ahorrar en el festejo y además hacerlo durante el día para disfrutar por más horas e incluir a toda la familia.
Y así, cerveza y picada de por medio, y luego de varias horas de charla sobre la vida de casada que por momentos se ponía meláncolica y reflexiba, me fui del lugar con una clara certeza de viernes, NO hay que casarse.
Para qué?
Moraleja: nunca te dejes influir por el entorno, siempre mantente firme en tus creencias.
En nuestra mesa, fue muy gracioso tener a "las bodas" como tema de conversación, ya que en una reunión de 6 mujeres teníamos 3 divorciadas, 1 de novio, 1 soltera y una LAT (esa soy yo, pongo el link para instruirlos en el tem, je) y en todos los casos todas dijeron no creer en el casamiento, en las bodas de blanco y/o arrepentirse de haber gastado dinero en una suntuosa fiesta.
Como dicen, para muestra basta un botón y tal vez este grupo estaba un poco sesgado, pero no me digan que los tiempos no han cambiado y que quedan pocas mujeres que prefieran la fiesta de princesa frente a un buen viaje al Caribe. Bueno, si hay dinero para hacer las dos cosas..nadie se va a negar tampoco.
Pero volviendo a la tarde en McMenamis les cuento que fue muy interesante. Todo este tema de las damas de honor que vemos en las películas es real en las bodas americanas, todas vestidas del mismo color y/o incluso con el mismo vestido, siguiendo a la novia o al novio por todo el lugar, y preparando actividades especiales y recreativas para la boda. Desde luego, según me contaron mis compañeras de cerveza, siempre son los mejores amigos de los novios y, en algunos casos, ciertos conocidos que andan en la búsqueda de su media naranja.
Se preguntarán porqué una boda en viernes? Bueno, la respuesta es sencilla. Los alquileres son más baratos y los más jóvenes prefieren ahorrar en el festejo y además hacerlo durante el día para disfrutar por más horas e incluir a toda la familia.
Y así, cerveza y picada de por medio, y luego de varias horas de charla sobre la vida de casada que por momentos se ponía meláncolica y reflexiba, me fui del lugar con una clara certeza de viernes, NO hay que casarse.
Para qué?
Moraleja: nunca te dejes influir por el entorno, siempre mantente firme en tus creencias.
Y si, tengo que confesar que yo me casé un viernes...
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