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domingo, 15 de julio de 2012

Cannon Beach, mucho más que en Windows 7


Cannon Beach en Windows 7


Finalmente llegó el final de mi primera semana completa en Hillsboro y decidí salir a la aventura, comenzando por la playa. El destino, Cannon Beach, una de las zonas más turísticas de Oregon.

Todo comenzó con la búsqueda de lugar donde parar. Fiel a mi estilo personal, ya en jueves comencé a mandar correos a todos los posibles alojamientos en la zona. Un sinfín de respuestas negativas no logró hacerme renunciar y seguí contactando hospedajes hasta que finalmente recibí una respuesta positiva de “The Wave” www.thewavesmotel.com

El primer dato relevante de esta historia es que ninguno de estos hoteles aceptaba una reserva vía mail, en todos los casos era mandatorio llamar por teléfono y dejar de antemano los datos de tu tarjeta de crédito. Más allá de mis dudas argentinas, y tomando el riesgo, llamé a Paul que había respondido a mi mail y le dejé todos mis datos. Tranquila por tener donde descansar el sábado por la noche, decidí a encarar mi viaje rumbo a la playa apenas clareara el sol del sábado.

Una ruta que no me esperaba

Todo parece muy sencillo y manejable por aquí, por eso, encontrarme con la U25 surcando la montaña en una ruta de sólo dos manos, con bosque y precipicio a los costados fue un poco impactante. No sólo tenes que seguir el zigzaguente camino, sino que además es imposible sobrepasar a otros autos en todo el camino, excepto en las zonas identificadas como líneas de paso en las cuales por menos de una milla dos carriles te ofrecen la oportunidad de sobrepasar a los que, como yo, no quieren manejar a más de 100Km/h o 60MPH. No les voy a negar que se volvió un poco complicado por momentos pero realmente el paisaje valió el riesgo, incluso más allá de la leve niebla y la intermitente garúa.

Welcome to Cannon Beach


Contra garúa y nubes arribe a “The waves” que, afortunadamente, estaba en downtown. Digo afortunadamente porque el pueblo resultó ser mucho más grande que una de nuestras clásicas ciudades balnearias, con un 80% dominado sólo por casas en la costa y un 20% destinado al pequeño centro comercial de la zona donde se ubicaban no más de 50 diminutos, pequeños y medianos locales comerciales entre los cuales destacaban la fábrica de caramelos, algunos restaurantes en edificios de principios de 1900 y la zona “Love Dogs” dedicada especialmente a los amantes de los caninos. Pero antes de pasar a las sorpresas del centro comercial, me voy para la playa, donde también encontré algunas anécdotas.


Todas las playas se parecen, pero la gente en ellas es diferente a su manera

Ojota en mano me lancé a caminar por la playa de Cannon Beach para conocer las famosas “Haystack Rock & The needles” que todo hemos visto alguna vez entre los fondos de pantalla de Windows 7. Me tocaría verlas nubladas en vez de brillantes y soleadas como en todas las fotos de almanaque, lo cual daría un sabor diferencial a este viaje. 

Vista de Cannon Beach

Encontré muchas similitudes con nuestras costas, la gente que corre, los que caminan, los que juegan a las bochas y los surfers, aunque sin duda con más olas que en Mar de Ajó, pero había un algo distinto que dominaba el ambiente. Creo que era se mezcla de limpieza y prolijidad extrema, junto con lo poco sociable de la gente, lo que hacía que el lugar fuera una vista mágica pero a la vez fría, más allá del mal clima. 


Hasta los perros son menos amigables y ni que hablar de sus dueños que para tirarles la pelota utilizan una mano de plástico que les permita no tocar la bola babeada, una como esta http://compare.ebay.com/like/380420511687?var=lv&ltyp=AllFixedPriceItemTypes&var=sbar 
No sea cosa que se llene de gérmenes!!

Lo que más me llamó la atención de esta ciudad costera y es que no hay ni un solo parador en la playa, no señor, ni vendedores ambulantes tampoco. La playa es playa y los lugares de comida mejor en la ciudad, juntos pero no revueltos. Debo averiguar si hay alguna prohibición, sino Cannon Beach ofrece una gran oportunidad para cumplir el sueño del bar en la playa. Aunque para ser sincera, sólo vi durante mi caminata gente con su vasito de café en la mano así que no sé si realmente sería un buen negocio.

Volviendo a DownTown

En mi caminata por las 3 cuadras del centro encontré lugares fascinantes como el sitio dedicado especialmente para los amantes de los perros, “Love Dogs”. El sueño de todo fanático de los perros que quiere desde vestir a su mascota hasta darle un sitio con decoración, juguetes y hasta comederos grabados con su nombre. Aquí el sitio de este particular lugar http://www.puppylovebythesea.com/


Desde luego uno puede encontrar cafeterías, locales con regalos costeros, muchas winneries y sitios como Sweet´s Basil Café donde es posible escuchar muy buena música, pero esto es parte de mi próximo posteo sobre la “Coconout Band”.

Pero antes de terminar con este post, no me quiero olvidar de http://www.brucescandy.com/, la fábrica de caramelos local donde uno puede ver en vivo como se hacen caramelos de los más variados gustos y colores. Un placer para los ojos y, desde luego, para el paladar de los golosos como yo.



Y ya cerrando, lo que más me llamó la atención, la cartelería por toda la ciudad y alrededores con las vías de escape ante un posible Tsunami. Señalética por momentos aterradora pero a la vez aleccionadora, muestra de una ciudad y una sociedad que, aunque a veces parece por exceso ordenado, está más preparada incluso para afrontar una catástrofe.


Pero esto no termina acá, aún quedan mi paseo por Ecola Park e Indian Beach, además de mi noche de jazz y vino con la Coconut Band. Pero eso será parte de una próxima historia.


Moraleja: nunca dejes de mirar http://www.weather.com/ antes de hacer un viaje.

Para ver más fotos, basta con ingresar al album de Flickr  



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